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Cómo prevenir la fractura de cadera en las personas mayores


La fractura de cadera en las personas mayores es un problema de salud con serias consecuencias para el afectado y su entorno. Conoce cómo prevenirlas y tratarlas, y consejos para una óptima recuperación.

Escrito por Marina García, Periodista, experta en salud y tercera edad.

La prevención de las fracturas de cadera en los adultos mayores está determinada por la puesta en marcha de diferentes estrategias que eviten, o al menos reduzcan, las posibilidades de que sufran caídas o golpes accidentales, y que favorezcan un mejor estado de salud del posible accidentado. Para ello deberían combinarse las siguientes medidas:

  • Revisión y seguimiento de la medicación que toma el mayor para evitar en la medida de los posible mareos o desvanecimientos; así como el uso de aquellos que mejoren el estado de sus huesos.
  • La intervención de un terapeuta ocupacional que ayude a adecuar el entorno del mayor para evitar tropiezos, y para enseñarle a realizar ciertas acciones diarias, como el aseo personal o la limpieza del hogar, de una forma segura.
  • Pautar la realización de ejercicio físico para evitar la reducción de la masa ósea, aumentar la fuerza muscular y mejorar la movilidad. Además, el hecho de mantenerse activo aumenta la seguridad y confianza del mayo y le ayuda a adquirir destreza.
  • Evitar el tabaco y el alcohol, tanto para frenar la reducción de la masa ósea, como para prevenir accidentes relacionados con su consumo.
  • Llevar una dieta equilibrada que evite el déficit de minerales y vitaminas. En ciertos casos puede ser necesario la suplementación de calcio, vitamina D, y otros nutrientes.
  • Utilización de protectores de cadera que protejan la zona si se produce un golpe, aunque esto se suele recomendar solo a mayores con un alto riesgo de fractura.
  • Realización de una densitometría para determinar el estado óseo del mayor y así poder establecer las mejores medidas preventivas en su caso.

¿Cómo prevenir caídas en el Adulto Mayor?


Si orientamos el cuidado de adultos mayores hacia  la prevención, debemos tener especial atención en las personas que con anterioridad ya han presentado una caída, ya que está estudiado que el 75% de ellos podría volver a sufrir una nueva caída en los próximos 6 meses, constituyendo el Síndrome de Post Caídas, en el cual hay una pérdida de la autoconfianza, que se traduce en uno de los padecimientos geriátricos más incapacitantes para el adulto mayor.

Es indispensable que la enfermera que se encarga de cuidado del adulto mayor detecte con anterioridad todos los factores intrínsecos de riesgo que tiene el adulto mayor, que no son modificables, como por ejemplo, las enfermedades crónicas que padece, los medicamentos que toma o las alteraciones visuales y/o auditivas. Detectar precozmente estos factores nos llevarán a tener un especial cuidado con aquellos adultos mayores que tienen mayor riesgo de presentar caídas.

Aspectos importantes a tener en cuenta para prevenir las caídas.

  • Evitar siempre tener en nuestras casas suelos irregulares o con desniveles. Si tenemos alfombras, éstas deben tener una base antideslizable que se adhiera al suelo, evitando su desplazamiento. También es importante pegar o clavar las puntas de la alfombra al suelo.
  • Proporcionar en todo momento un ambiente iluminado para movilizarse y desplazarse. Se deben evitar luces muy tenues o muy brillantes que puedan encandilar la vista.
  • Evaluar la necesidad de instalación de artículos de soporte, como pasamanos en las escaleras de nuestros hogares, barras de sujeción en la ducha o frente al W.C.
  • Proporcionar a nuestros adultos mayores un calzado y vestimenta adecuada y cómoda. La ropa holgada ayudará a tener mayor capacidad de movilidad. Es sumamente necesario que el calzado tenga una suela resistente y antideslizante. Evitar el uso de pantuflas.
  • Debemos incentivar el uso de las técnicas de apoyo que han sido indicadas, tales como bastones, andadores o lentes.
  • Incentivar y acompañar a los adultos mayores a realizar actividad física diaria, durante 30 minutos, de intensidad moderada, lo cual favorecerá su capacidad motora y la no pérdida del equilibrio, por ejemplo realizar caminatas a paso moderado o bien, subir y bajar escaleras.
  • Mantener el hogar libre de objetos que estén dispersos en el suelo o cables eléctricos sueltos que puedan hacer tropezar o enredarse en las piernas.

Recordemos que prevenir es cuidar.

 

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